domingo, 8 de septiembre de 2013

El salario real anual solo ha subido 82,11 euros desde el año 2000


El poder de compra de los asalariados apenas ha mejorado en la última década. Tras un periodo de fuerte expansión del crédito, la deuda de los hogares es bastante más abultada ahora que en 2000, como también lo es la carga fiscal, después de la subida de las recientes subidas del IVA y los Impuestos Especiales.




Un dato real que marca el signo de la crisis económica en España. Desde 2000 el salario medio real de los ciudadanos solo ha subido 82,11 euros al año. El salario medio real en España, esto es, una vez descontado el efecto de la inflación, apenas creció un 6,15% entre 2000 y 2010: desde los 1.335,20 euros mensuales hasta los 1.417,31 euros.

Este jueves ha publicado el diario Expansión unos datos que confirmarían que, cada año, los asalariados en España solo incrementaron en 8 euros más de media su retribución mensual real. El resto de la subida nominal de los sueldos la engulló la espiral de precios: un 85% del total se anuló con el IPC.





¿Son altos los salarios en España?

Algunos economistas de la talla del Nobel Paul Krugman, según recoge el diario del grupo Unidad Editorial, han argumentado que la economía nacional, a falta de los instrumentos comunes de la política monetaria, deberá emprender lo que se conoce como una devaluación competitiva. Es decir, recortar los costes laborales para cosechar mejoras en la productividad y en la competitividad exterior. Aunque el poder adquisitivo de los trabajadores sea prácticamente el mismo hoy que hace diez años, fabricar un bien o desarrollar un servicio sí que es bastante más caro que en 2000.

Los salarios nominales acumulan un repunte del 40,5%. Si se incluyen otros elementos que influyen en el coste de las empresas, el balance para España también es negativo: sus costes laborales unitarios se han disparado un 33% en la última década, frente al 0% de Alemania o el 7% de Austria, según datos de Eurostat. Una brecha que se traduce en una pérdida de competitividad, debido, sobre todo, a la relación que hay en España entre salario e inflación, en lugar de entre salario y productividad.